Ashley Greene fue fotografiada ayer cuando salía del retaurante Katsuya de Los Angeles tras compartir una romántica cena con un atractivo acompañante.
El acoso de los paparazzi era tan abrumador que, tras montarse en el coche, la pareja sufrió un leve accidente por culpa, según dicen, de la nube de fotógrafos que rodeaba a Ashley y a su acompañante.
La verdad es que la protagonista de “Twilight se lo tomó de maravilla: Ni un mal gesto, ni una mala palabra. Demostró tener educación y sobre todo paciencia… Y es que, muchas veces, los paparazzi no saben medir las situaciones y podrían respetar los momentos íntimos de las celebridades o, al menos, no causar un accidente poniendo nervioso al conductor.
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